Antes de ir a la definición de lo que es la identidad corporativa, es importante saber que la creación de una identidad es sólo una parte del proceso de creación de una marca, o lo que es lo mismo, una parte del branding.
La identidad corporativa forma parte del branding. Pero ¿Cuáles son los pasos clave para construir una marca?
Como se puede apreciar, el diseño de una identidad es una de las fases centrales en la construcción de una marca, pero no la única. Uno de los principales objetivos de las compañías de hoy en día es el de crear una imagen disruptiva, rompedora, atractiva y única, con el fin de que los clientes las identifiquen como una marca especial, y que al consumirla les haga sentirse orgullosos de pertenecer a esa legión de seguidores.
Por eso, es tan importante trazar una buena base de la filosofía y valores que queremos transmitir y poder llegar así al público objetivo adecuado. Cada vez está más claro, que una empresa no vive sólo del producto o servicio que ofrece, la mitad del esfuerzo lo debe enfocar en trabajar el mensaje y su filosofía. Trabajar, en definitiva, su identidad corporativa.
La identidad corporativa de una empresa no es otra cosa que su razón de ser: qué es, qué hace y cómo lo hace. Es la suma de características, valores y creencias con las que una empresa se identifica, y gracias a las cuales, se diferencia del resto de empresas.
La identidad corporativa de una empresa abarca una gran cantidad de aspectos tangibles a tener en cuenta, aspectos de carácter estético como son el diseño del logotipo (su representación visual), el diseño gráfico corporativo (el desarrollo de todos los elementos de comunicación de una empresa), tipografías, colores, papelería corporativa, los elementos de comunicación externa e interna, publicidad, protocolo, arquitectura corporativa, como aspectos intangibles, por ejemplo la filosofía de la propia organización o empresa, su misión y sus valores, además de otros factores claves para la organización como son sus métodos y procesos.
En definitiva, la identidad de una empresa es su personalidad, su ADN, su alma, que le hace única y diferente a las demás.
En este punto hay que definir la misión (qué es y qué hace la compañía), los valores (cómo hace la organización sus negocios, sus principios profesionales) y la visión (dónde quiere llegar; es la perspectiva de futuro de la compañía) corporativas.
Hablamos como el conjunto de códigos, las creencias y los valores compartidos por todos y por la gran mayoría de los miembros de una organización.
Es lo que comúnmente se reconoce como marca, compuesto por:
Los clientes ya no compran productos o servicios, sino que compran marcas y el conjunto de aspectos emocionales que estás puedan ofrecerles. El consumidor se mueve por estímulos pasionales, se deja seducir por marcas que le atraen y que hacen de su momento de compra una experiencia inigualable.
Crear un protocolo de actuación afianza la identidad corporativa de un modo positivo con un estilo propio de actuar y de relacionarse interna y externamente.
Las imágenes corporativas en uso, sólo se cambian en casos muy necesarios y puntuales, por ejemplo:
Esta información se puede conseguir de manera instantánea, de forma que se puede actuar rápidamente en consecuencia y corregir las deficiencias cuando sea necesario. Además, las redes sociales y los blogs sirven como punto de encuentro y de fidelización de los seguidores de la empresa, y serán ellos en muchos casos los que, como buenos conocedores de la marca, se conviertan en embajadores de la marca.
El principal objetivo es promover la identidad visual en la forma más conveniente, consistente y eficiente.
La identidad corporativa forma parte del branding. Pero ¿Cuáles son los pasos clave para construir una marca?
- Realizar una investigación.
- Clarificar la estrategia.
- Diseñar la identidad.
- Crear puntos de contacto.
- Gestionar activos.
Como se puede apreciar, el diseño de una identidad es una de las fases centrales en la construcción de una marca, pero no la única. Uno de los principales objetivos de las compañías de hoy en día es el de crear una imagen disruptiva, rompedora, atractiva y única, con el fin de que los clientes las identifiquen como una marca especial, y que al consumirla les haga sentirse orgullosos de pertenecer a esa legión de seguidores.
Por eso, es tan importante trazar una buena base de la filosofía y valores que queremos transmitir y poder llegar así al público objetivo adecuado. Cada vez está más claro, que una empresa no vive sólo del producto o servicio que ofrece, la mitad del esfuerzo lo debe enfocar en trabajar el mensaje y su filosofía. Trabajar, en definitiva, su identidad corporativa.
¿Qué es la identidad corporativa?
La identidad corporativa de una empresa no es otra cosa que su razón de ser: qué es, qué hace y cómo lo hace. Es la suma de características, valores y creencias con las que una empresa se identifica, y gracias a las cuales, se diferencia del resto de empresas.
La identidad corporativa de una empresa abarca una gran cantidad de aspectos tangibles a tener en cuenta, aspectos de carácter estético como son el diseño del logotipo (su representación visual), el diseño gráfico corporativo (el desarrollo de todos los elementos de comunicación de una empresa), tipografías, colores, papelería corporativa, los elementos de comunicación externa e interna, publicidad, protocolo, arquitectura corporativa, como aspectos intangibles, por ejemplo la filosofía de la propia organización o empresa, su misión y sus valores, además de otros factores claves para la organización como son sus métodos y procesos.
En definitiva, la identidad de una empresa es su personalidad, su ADN, su alma, que le hace única y diferente a las demás.
7 puntos a tener en cuenta para definir la identidad corporativa de una empresa.
1- Definir la filosofía corporativa:
Se trata de establecer la concepción global de la organización. Dar respuesta a las siguientes preguntas:- ¿quién soy y que hago?
- ¿cómo lo hago?
- ¿hasta dónde quiero llegar?
En este punto hay que definir la misión (qué es y qué hace la compañía), los valores (cómo hace la organización sus negocios, sus principios profesionales) y la visión (dónde quiere llegar; es la perspectiva de futuro de la compañía) corporativas.
2- Definir la cultura corporativa:
Entendiendo como cultura corporativa, como el conjunto de normas, valores y pautas de conducta compartidas y no escritas por las que se rigen los miembros de una organización y que se reflejan en sus comportamientos.Hablamos como el conjunto de códigos, las creencias y los valores compartidos por todos y por la gran mayoría de los miembros de una organización.
3. Crear una imagen corporativa que transmita la filosofía:
La cultura, la personalidad y, en definitiva, la identidad de la organización. Se trata de definir la identidad visual de la empresa con el objetivo de transmitir las sensaciones, las emociones, la filosofía y los valores de la misma.Es lo que comúnmente se reconoce como marca, compuesto por:
- el nombre,
- el logotipo,
- el isotipo,
- el isologotipo,
- el color.
Los clientes ya no compran productos o servicios, sino que compran marcas y el conjunto de aspectos emocionales que estás puedan ofrecerles. El consumidor se mueve por estímulos pasionales, se deja seducir por marcas que le atraen y que hacen de su momento de compra una experiencia inigualable.
4. Elaborar una estrategia de comunicación corporativa:
La imagen de una empresa se materializa a través de todas las expresiones cuotidianas que en ella se realizan y a través de las personas que la representan, de sus cualidades, actitudes, experiencia y forma de actuar.Crear un protocolo de actuación afianza la identidad corporativa de un modo positivo con un estilo propio de actuar y de relacionarse interna y externamente.
5. Garantizar la solidez:
Una imagen corporativa sólida debe permanecer a lo largo del tiempo, ya que los clientes progresivamente se irán familiarizando con esta identidad. Si se produce un cambio de forma precipitada y no justificada, se puede perder el reconocimiento y la consistencia que se ha ido ganado con el tiempo.Las imágenes corporativas en uso, sólo se cambian en casos muy necesarios y puntuales, por ejemplo:
- Si se necesita una modernización,
- Si se necesita una adaptación al mercado.
6. Cuidar la reputación online:
Actualmente se pude difundir y analizar al mismo tiempo el impacto de la identidad corporativa de la organización gracias a las nuevas herramientas como son los blogs y las redes sociales. Éstas, se pueden utilizar, además, para detectar los posibles problemas que puedan ir surgiendo, así como las percepciones que tiene el público sobre una marca o producto, ya sean positivas o negativas.Esta información se puede conseguir de manera instantánea, de forma que se puede actuar rápidamente en consecuencia y corregir las deficiencias cuando sea necesario. Además, las redes sociales y los blogs sirven como punto de encuentro y de fidelización de los seguidores de la empresa, y serán ellos en muchos casos los que, como buenos conocedores de la marca, se conviertan en embajadores de la marca.
7. Elaborar un manual de identidad corporativa:
En este punto, se trata de elaborar un documento en el que se reflejen el conjunto de normas a las que los responsables de la imagen corporativa y la comunicación cultural recurren para unificar criterios y normalizar el manejo de la imagen gráfica y corporativa de la empresa.El principal objetivo es promover la identidad visual en la forma más conveniente, consistente y eficiente.
Resumiendo, que es gerundio. ¿Nos tomamos un café y hablamos de tu próximo proyecto?